jueves, 2 de julio de 2009

Acertijo Mendruguiano

Tras la despedida y cierre de Minismisterios, Mundo Picho publica en exclusiva intergaláctica, con el permiso de Mendrugo, un acertijo suyo que me ha gustado:

Este es el cuento de un viejo que no nació de mujer alguna y que no tenía ombligo. Menguó según iba decreciendo y las arrugas desaparecían de su piel con el retroceso del tiempo. Sólo bebía pan y sólo comía agua, aunque fuese en la intimidad, mientras compartía mesa y mantel con los demás. Descansaba según trabaja la tierra y la falta de lluvias y la fuerte Luna hacían crecer el fruto de su huerto ajeno. Una noche, cuando el Sol reinaba en lo bajo del cielo, se echó al hombro una tonelada de peces vivos que había cazado en el bosque y se puso en camino sobre el río que pasaba por la ventana de su casa. No había retrocedido ni un millón de pasos, cuando se encontró con la Suerte. O así le dijo que no se llamaba aquella mujer que no vio hasta estar lejos de ella. “¿De dónde vas y adónde vienes, viejo?” oyó a lo lejos, junto a su oreja aquel niño que escuchaba por la nariz. “Eres muy joven para tu edad y deberías andar solo y no tan acompañado por estos caminos de fuego y espuma”. Corro en busca de la Suerte, y cuanto más despacio me retrase, antes llegaré a encontrarla. “¿Y de quién te escondes, de mí o de mi hermana? Una de las dos es la buena y la otra no es la contraría”. “Tú me gustas, por eso seguiré para acercarme a ti”. Buscavidas, que es como no se llamaba aquel gusano de seda fiel a su infidelidad siguió retrocediendo el camino mientras era seguido por la Mala Suerte que cada vez se alejaba más de él. Nunca encontró a la segunda hermana que le sacó de sus dudas, por eso supo que una de las tres mentía.

En este cuento solo hay una verdad y se cuenta dos veces. ¿Sabes cual es?


Aunque la solución es un poco retorcida, cómo no.